jueves, 19 de febrero de 2015

Solo tú.

Es en ese momento cuando todo se encuentra en silencio, cuando la luna es mi única compañía, que logro concentrarme y aceptar mis sentimientos.
Los recuerdos de lo vivido en el día, a tu lado, invaden mi mente.
No soporto recordar casi textualmente cada cosa que hemos dicho, e incluso escrito.Odio recordarte y llorar.
Siempre quise que fueras uno de esos recuerdos que nos hacen sonreír.
Al cerrar mis ojos puedo ver como tus labios se mueven para pronunciar mi nombre.
Me encantaría tenerte cerca una vez mas, y poder expresarte lo que siento; pero de verdad poder hacerlo, no abrir la boca y quedarme sin aliento.
Decirte que tus besos son de esos que duran para siempre, que no se borran con otros labios.
Ponunciar tu nombre y gritar que te amo locamente, sin importar lo que diga la gente.
Mis días no estan completos sin verte, las horas pasan mas lento y mi corazón se acelera si pienso en ti.
Este es uno de esos amores que no se pueden explicar, pero que son muy faciles de entender.
Me enseñaste amar, sin tocar.
Solo tú eres capaz de cambiar mi estado de ánimo.
Por alguna extraña razón cuando estoy contigo, siento que eres todo lo que quiero. Se me hace imposible dejar de pensar en que mis ojos ven la perfección cuando te miro.Se que eres mío, pero no estas hecho para mí.

Noche de boda.

Existe un punto en el que la realidad se vuelve ficción.

Eran aproximadamente las 4 de la mañana cuando desperté. Tenía la garganta seca, asi que me levanté y camine a la cocina por un vaso de agua. De vuelta en la cama, no paraba de pensar en todas las cosas que tenia por hacer a tan solo horas de la boda. Debía recoger el vestido y los anillos. Mi madre llegaría en cualquier momento tocando la puerta y gritando "¡Despierta, hoy es tu gran dia!" como lo ha hecho con mis primas. Asi que salí de la casa en ropa deportiva, llame a mi madre y avise que no estaría.

Cuando llegue a la boutique donde estaba mi vestido (al menos eso pensaba yo) veo un maniquí con un hermoso vestido blanco, con piedras brillantes y un escote en forma de corazón, exactamente como lo habia imaginado. Al verme entrar, Natalie; quien me habia ayudado a decidir que vestido comprar, comenzó a llorar desconsoladamente sin alguna razón.

"—Natalie, ¿estas bien?dije preocupada—"
"—Señorita, le juro no fue mi intención y mucho menos mi culpa dijo entre lágrimas—"
"—¿De que hablas?- respondí—"

Sin decir una palabra siquiera, señaló una caja con un enorme lazo rosa que se encontraba sobre el mostrador. Entonces entendí que algo no andaba bien. Abrí la caja con la esperanza de que el vestido estuviera terminado, para mi sorpresa, en la caja no habia nada.
Por supuesto que lo primero que pensé fue "me llevo el que tiene el maniquí".

"—Hoy es mi boda y no pienso hacer dramas, dame el que tiene puesto el maniquí dije mientras trataba de no entrar en pánico—"
"—El problema es que ese es 2 tallas menos, y esta vendido respondió Natalie—"

En ese momento rompí en llanto. Solo pensaba que mi dia estaba arruinado.
"—Solo me queda este dijo Natalie señalando un vestido colgado—"

No era nada especial, sencillo, con la espalda descubierta y una cola larga. No tenia mas opción que llevármelo. Salí de la boutique con el corazón hecho pedazos, y aun debía recoger los anillos.

Llegue al lugar donde recogería los anillos, entro a la tienda y una vez más me miran con cara de vergüenza.

"—Se los ruego, por lo que más quieran no me digan que los anillos no estan listos.— dije tratando de no romper en llanto nuevamente—" 
 "—Sus anillos están aquí, pero me temo que hubo una confusión— dijo el empleado mientras se acercaba a mí—"
"—¿Ahora qué?— dije resignada—"
"—Usted pidió que sus anillos fueran grabados con la frase "I will always love you" (Siempre te amaré)— respondió"  
"—Ajá, ¿y entonces?— dije bastante alterada"
"—Los anillos dicen "I wil always leave you" (Siempre te dejaré)— dijo él—"
"—¿Qué? Se volvieron locos. ¿Acaso no saben leer? Bueno, así me los llevaré pero ni crea que pagaré los $250 dólares restantes. Ineficientes— dije mientras salía de la tienda"

En cuato regresé, me acosté nuevamente, cerré los ojos por un momento y cuando desperté eran las 7 de la mañana. Por estar soñando me había quedado dormida, y llegaría tarde al trabajo.

Madame Amour
Blogs todos los martes y jueves.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Gracias a esa taza de café.

Fue un día común. Uno de esos en los que despierto y salgo a tomar café mientras disfruto de ese pequeño momento de soledad en la mañana y me preparo para otro día mas de rutina cuando lo vi; lo cual es bastante raro dado que a veces parece que tengo problemas de atención. Caminaba hacia mí, tan alto y erguido, con esa cabellera castaño oscuro y esos enormes ojos color marrón que me miraban como acusándome de algo. 

"—Buenos días señorita, disculpe estoy buscando esta dirección— dijo él."  

Y como era de esperarse de mi boca no salió una sola palabra. Estaba estúpidamente enamorada de un extraño. Al ver como yo probablemente me babeaba dijo:

"—Señorita, ¿está bien?—" 
"—¿Qué?, ah sí, estoy bien— respondí mientras intentaba no mirarlo fijamente—"
"—La dirección— dijo él—"
"—Ah sí, es justo en la calle de enfrente. Es una casa azul con blanco—dije"

Dio media vuelta y se dirigía hacia el lugar que yo le había indicado. Fue entonces cuando me di cuenta que esa no era realmente la dirección que él buscaba. Mi cerebro parecía no funcionar bien ese día por lo que salí corriendo y gritando.

"—¡Espera, esa no es la dirección— grite mientras lo alcanzaba—"
 
 Por supuesto,al escucharme se detuvo y fue ahí cuando choqué con él y derrame el café sobre mi blusa. 

Justo ahí en ese momento, con la blusa manchada por el café, y las mejillas ruborizadas por la vergüenza, escuchamos una voz.

"—¡Amor, es por aquí, aquí estoy— gritaba una muchacha mientras agitaba su mano desesperadamente—"
"—Ya te alcanzo nena. Muchas gracias señorita pero ya encontré lo que buscaba— dijo él mientras se alejaba"

Hoy hace 4 inviernos que lo vi pasar mientras tomaba café. Desde entonces, tomo el café todos los días, a la misma hora, en el mismo lugar, con la esperanza de verlo pasar, fingiendo estar perdido.

Madame Amour.
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